Las rarezas que hay últimamente en el mundo hacen que muy pocas cosas sean demasiado sorprendentes para las personas, ya que se ha enrarecido todo y las costumbres son cada vez más desquiciadas, y es el caso de una mujer que tiene una particularidad muy especial en cuanto a sus exagerados gustos culinarios, por decirlo de alguna manera.
Al parecer, la señora no es una asidua de la cocina y, mucho menos, de la comida elaborada, por lo que tiene una extraña costumbre en cuanto a su almuerzo y a su cena, que no son para nada convencionales.
Adele Edwards, de Florida, Estados Unidos, es adicta a una golosina inusual: el relleno de los almohadones. Los médicos le han advertido que su adicción puede matarla, pero ella no puede detenerse, ya que se le convirtió en un vicio irrefrenable aunque la deteriore.
La mujer, que tuvo que ser sometida recientemente a una intervención para retirarle relleno de poliéster de los intestinos, empezó a comer sofás a los diez años de edad. “Al principio me pareció raro, pero luego de masticarlo por un rato me empecé a acostumbrar a la textura”, aseguró Edward, quien parece no querer dejar ese extraño hábito.
Según la institución mental Challenging Behaviour Foundation esta condición tiene el nombre de “pica” e identifica gente que come cosas raras que incluyen colillas de cigarrillos y hasta heces.
La mujer no se encuentra bajo ningún tratamiento psiquiátrico ni nada que se le parezca, solamente que tiene esta adicción que no es algo catalogado como normal en la especie humana. Si bien los animales cuando son cachorros o sienten celos de otros tienen ciertas actitudes de ésta índole, nunca se había detectado en una mujer de una manera tan notoria.
El problema es donde invitarla a la hora de cenar, si a un restaurante o a una mueblería donde vendan sillones.
Fuente: HISPANOSNET.COM
JAJAJA
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